Cuenta la historia de una humilde Anciana lavandera María Cárdenas la cual era habitante de una barrio humilde de Nueva Zamora de Maracaibo denominado "El Saladillo", en la Provincia de Venezuela cumplía su faena en las orillas de la Laguna de Coquivacoa cuando una Tablilla llegó a sus manos, sin ninguna particularidad que la hiciese especial, pero al parecer la misma fue recogida por la lavandera dándole utilidad de Tapa para la Tinaja de Agua. Al tiempo a la Anciana le pareció reconocer en la Tablilla una imagen muy borrosa de carácter religioso y quizá por reverencia la colocó en una de sus paredes.El Mates 18 de Noviembre de 1709 se encontraba absorta a sus quehaceres, por lo que no prestó atención a una serie de golpes que se escuchaban en la pared donde colgaba la imagen. Los golpes se escucharon de nuevo, pero ella no se movió. Sin embargo, a la tercera vez, se dirigió extrañada al lugar de donde venían los golpes y sorprendida vio como en la Tablilla se apreciaba claramente la imagen de la Virgen de Chiquinquira y salía de ella una Luz brillante. La sorpresa de tal fenómeno la llevó a la calle donde empezó a gritar: "Milagro, Milagro" y con esto se dio inicio a la gran devoción de los Marabinos y Zulianos hacia la Madre de Jesucristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página.